¿Conoces los protocolos POP, IMAP y Exchange? En Unitel-Sistemas de Telecomunicaciones os contamos las ventajas e inconvenientes de estos protocolos que posibilitan el envío y gestión del correo electrónico empresarial.
Cuando una empresa se pone en marcha es necesario la contratación de un dominio, no solo para la creación de una posible página web. Es indispensable para disponer de cuentas de correo electrónico asociado a ese dominio. Hablamos de ‘nombredelusuario@nombredelaempresa. es/com’.
El correo electrónico continúa siendo uno de los principales sistemas de comunicación digital en el mundo empresarial. Sin embargo, a la hora de elegir entre los protocolos POP, IMAP o Exchange existen una seria de características técnicas que hay que tener en cuenta.
El protocolo POP (Post Office Protocol) es el más antiguo. En este caso, el equipo se conecta al servidor de correo electrónico y los mensajes recibidos se descargan en local a tu disco duro, eliminando los originales del servidor. La versión actual de este protocolo es POP3.
Las ventajas de utilizar una cuenta POP reside en que no importa el tamaño del buzón porque se almacena de manera local. De esta manera, no resulta necesario contratar o disponer de espacio adicional en el servidor de correo.
Para algunas empresas es suficiente con la posibilidad de conectarse puntualmente al servidor y descargar aquellos mensajes o contenido que necesiten. El protocolo POP es ideal cuando no se quiere saturar servidores o cuando se deben gestionar muchas cuentas de forma simultánea.
No obstante, el protocolo POP también cuenta con desventajas que es importante conocer. Las cuentas POP no permiten sincronizar ni los contactos, ni el calendario del correo electrónico, lo que para muchas empresas es un verdadero inconveniente de organización y de actualización en cuanto a la agenda.
Asimismo, no permite sincronizar las carpetas del correo electrónico, por lo que una acción que se haya realizado en el correo electrónico desde el ordenador del trabajo no aparecerá reflejada posteriormente en el móvil personal.
Sin embargo, la mayor desventaja es la incapacidad de gestionar el correo electrónico desde varios dispositivos. Por ello, una vez que hayas descargado los mensajes en un equipo, tu buzón aparecerá vacío si consultas el servidor de correo desde otro dispositivo o equipo diferente. El original se ha borrado del servidor y no hay copias de seguridad.
A medida que fue creciendo la velocidad, la calidad y la constancia de las conexiones a Internet ha surgido la necesidad de tener el correo electrónico actualizado y poder consultarlo en cualquier momento y desde cualquier dispositivo. Nacen las cuentas IMAP
De esta manera, el protocolo IMAP (Internet Message Access Protocol) permite elegir si te descargas el mensaje o contenido o por el contrario lo almacenas o mantienes los mensajes en el servidor de correo para que puedas consultarlo cuando lo necesites.
Como ventajas con respecto al protocolo POP, las cuentas IMAP permiten sincronizar carpetas, tus correos están siempre disponibles en el servidor y puedes hacer uso o una gestión del correo electrónico desde cualquier dispositivo.
De esta manera, las acciones que realices desde el ordenador del trabajo o tablet se verán reflejadas también cuando consultes el correo electrónico desde el móvil o desde otro equipo.
El lado negativo de este protocolo de correo, además de que no sincroniza el calendario y los contactos, se refiere a la capacidad, espacio y almacenamiento.
Con el protocolo IMAP no se elimina los correos del servidor hasta que el usuario no los borra por su cuenta, por lo que se va haciendo uso del espacio establecido en el servidor. Si se llega al límite asignado por el servidor puede afectar al envío y recepción de correos o emails.
El protocolo Exchange es la versión ampliada y mejorada de IMAP creada por Microsoft. Esta cuenta también permite la sincronización de carpetas y la gestión del correo a través de varios dispositivos o equipos diferentes.
La novedad es que mejora la movilidad, la productividad y la organización de la empresa, ya que permite la sincronización del calendario, tareas, los contactos y otras aplicaciones en tiempo real.
Además, las cuentas Microsoft Exchange están almacenadas en la nube lo que permite controlar las sincronizaciones y crear carpetas públicas para intercambiar y compartir documentos o correos. Sin embargo, la mayor ventaja con respecto a las cuentas IMAP se refiere al espacio de almacenamiento, a la capacidad y a la seguridad.
Para hacer uso de esta cuenta Exchange se necesita un software específico para funcionar. Es decir, tanto en servidor como en cliente debe haber una compatibilidad con el protocolo Exchange ActiveSync. Quizá por ello, como desventaja cabe citar que una cuenta Exchange tiene un coste superior a los protocolos POP e IMAP.
A la hora de elegir entre los diferentes protocolos POP, IMAP y Exchange, la decisión acertada será aquella que mejor se adapte a las necesidades, formas de trabajo y productividad de tu empresa o negocio. Así pues:
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