El Internet de las cosas es un paso más de la era de la comunicación que presenta un mundo cada vez más digital. El IoT nace con ese afán de que todo esté conectado entre si. Y es que esa comunicación entre todos los dispositivos, ofrece un mundo de posibilidades que se abre delante de nuestros ojos. Hace relativamente poco nuestros teléfonos móviles se convirtieron en smartphones, y ahora todo se va convirtiendo en smart. Son dispositivos con una Inteligencia Artificial adaptada a nuestras necesidades. Aunque no nos gusta que la tecnología nos controle, nos encanta que nos recomiende restaurantes cerca de nuestra ubicación.
Estos son algunos de los nuevos usos que se les dará al Internet de las cosas, y que sin duda crecerán a una velocidad de record en 2017.
Algunos de los valores más importantes de los seres humanos provienen de nuestro pasado, y es por esto que no nos podemos olvidar de él para poder avanzar. El IoT nos permitirá prevenir los problemas que puedan surgir y hacer un mantenimiento más eficiente. Para ello ya se han comenzado a instalar sensores sobre Bienes de Interes Cultural, que conectados a Internet, consiguen recoger datos para la conservación del patrimonio.
Parece absurdo, e incluso en un anuncio de televisión, de una conocida empresa de telefonía, se burlaban de ello. Pues bien, los primeros frigoríficos con Internet ya están llegando, y puede que sean más útiles de lo que pensamos. Se conectarán a Internet y serán capaces de reconocer qué alimentos se están acabando, avisar de ello, e incluso pedirlos para que te los envíen a casa.
Al igual que el frigorífico, otros electrodomésticos se conectarán a Internet para realizar tareas de manera inteligente y avisarte en caso de finalización. Esto puede ser muy útil para no olvidarte de la comida en el horno, o no sacar la ropa de la lavadora 3 días después.
Los elementos comunes de los edificios son muy propicios a desarrollar el IoT. Su mejora de la eficiencia es considerable, así como la reducción de sus costes de mantenimiento. Instalaciones como el ascensor o las calderas podrán recoger datos para registrar usos incorrectos. Además, en caso de incidencia, podrán enviar un aviso, e incluso asignar esa tarea a un técnico de la empresa de mantenimiento.
¿Cuantas veces hemos deseado que al llegar a casa estuvieran hechas todas las tareas? Pues muy pronto será posible. Con la conexión a Internet de los robots aspiradores o de cocina, cuando lleguemos estará todo limpio y la comida recién hecha. Estos nuevos instrumentos nos permitirán programarlos de manera remota o con anterioridad. Además, si se nos ha olvidado activar la alarma de casa, no es problema, lo haremos desde el móvil.
Ya se ha probado en varios proyectos con éxito y será una constante en los próximos años. Puede aportar grandes soluciones al peligro de extinción de muchas especies. Se acoplan a los animales pequeños dispositivos con arneses y elementos no dañinos, y se monitoriza toda su actividad. Con estos datos, recopilados en tiempo real a través de Internet, se pueden realizar estudios mucho más minuciosos, que mejoren las condiciones de multitud de especies animales.
Casi podemos decir que ya gozamos de estos servicios con símplemente usar el móvil como GPS, pero ahora no solo sabremos cual es la mejor ruta en tiempo real, sino que nuestro coche nos sugerirá gasolineras cuando nos quede poco combustible, o nos dirá donde hay huecos libres para aparcar. Google ya está trabajando en ello, y parece que cuenta con la versión beta.
¡Qué mejor que los ciudadanos para determinar el estado de su ciudad! Uno de los sectores que más crecerá en los próximos años, será el de las smart cities, y como no, el IoT será clave en el proceso. Las aplicaciones móviles ya nos permiten enviar a nuestro ayuntamiento, en tiempo real, los problemas que detectemos. Además, podremos mandar la ubicación y fotografías de la incidencia. Esto aumenta la eficiencia de la ciudad de manera considerable, ya que los propios ciudadanos actuan como vigilantes.
Cada vez más aparatos se quedan en stand by y consumen aunque no estén en pleno funcionamiento. Para esto existen cada vez más tipos de enchufes inteligentes, que nos servirán para despreocuparnos mientras salimos de casa o nos vamos de vacaciones. Además, se pueden controlar desde aplicaciones de móviles.
Algunos de los aspectos más interesantes que aborda el Internet de las cosas, es el de la movilidad. Y es que los avances en este ámbito son un gran reto para el desarrollo de las ciudades, y el IoT mejorará la eficiencia de las mismas de manera extraordinaria. Poco a poco se ha ido avanzando en pequeñas aplicaciones para móviles que ayudan en el día a día a muchas personas. Algunas te dicen cual es el mejor trayecto al trabajo, cuanto queda para el próximo autobus, o cuanto vas a tardar en llegar. Todo esto ha multiplicado el uso de el transporte público como no imaginamos. Aún así, el problema sigue persistiendo en las grandes ciudades.
Las nuevas smart cities serán capaces de cuantificar el nivel de tráfico en diferentes puntos y dar prioridad a unas calles u otras. Así, con semáforos y señales dinámicas, que se adaptan a las condiciones del tráfico, mejorará de manera notable la movilidad. En la ciudad de Madrid ya se están empezando a implementar este tipo de servicios y a lo largo del año veremos un gran avance en este sentido.
Ahora los nuevos retos que se plantean a este tipo de tecnologías son los de la estandarización y seguridad.
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